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Esta editorial pertenece al foro: Lo que el dinero sí puede comprar

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¿Cómo interpretar el proceso de acelerada modernización capitalista que ha experimentado Chile en los últimos 30 años? ¿Qué virtudes y defectos de ese proceso podemos identificar? Estas preguntas están en el centro del debate intelectual en Chile de los últimos años, y, con alta probabilidad, lo seguirán estando en el futuro.

Una postura en este debate que ha generado alta atención pública ha sido planteada por Carlos Peña al publicar Lo que el dinero sí puede comprar. Si bien el libro ofrece una respuesta directa a un texto sobre los límites morales del mercado del filósofo de Harvard Michael Sandel, también constituye una fuerte réplica a una serie de voces que critican el reciente proceso de modernización de Chile.

Para Peña, una clave que suele omitirse en este debate guarda relación con el rol que cumplen el dinero y el mercado en permitir la existencia de bienes que son constitutivos de la sociedad moderna. Así, Peña revisa algunas de las discusiones clásicas que dieron origen a la sociología como disciplina y que vieron en la expansión del consumo un elemento central para el despliegue del ideal de autonomía y libertad individual. En cierta forma, para Peña gran parte de las críticas al modelo de expansión capitalista chileno (así como su rival, aquellas que promueven el mercado total) padecen “el error de creer que en la vida se puede disponer del lado bueno de las cosas y sacudir de una vez por todas el lado malo” (Peña, C., Lo que el dinero sí puede comprar, p.13, 2017).

Por esta razón, invitamos a Carlos Peña no sólo a sintetizar los principales argumentos que formula en su libro, sino además a exponer su planteamiento al escrutinio intelectual de algunos de sus pares. Dicho de otro modo, el objetivo es promover una discusión en torno a si -tal como lo señala al final del ensayo- la literatura y las ideas que examina Peña permiten comprender de mejor forma ”la situación de Chile y los fenómenos del último tiempo, desde el malestar que venía de fines de los noventa a las protestas de ánimo cohesivo y que hace un tiempo adoptaron incluso un tinte carnavalesco”.

Como es habitual en Intersecciones, el lector encontrará, además del ensayo principal, una serie de reacciones que en cierta forma permiten evaluar el alcance de estas ideas, así como la reacción final en la que Peña responde los comentarios recibidos. Esperamos, entonces, puedan disfrutar este debate y agradecemos a todos quienes aceptaron la invitación a participar y en forma especial a Carlos Peña, quien generosamente decidió liderar este nuevo foro.