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Marjorie Murray
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Feminismo y Políticas Públicas
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Feminismo, cuidados y políticas públicas

El texto de Elisa Walker parte presentando cómo, en la marcha del 8 de marzo, convergieron diferencias y diversidad de experiencias y situaciones de mujeres que se sintieron convocadas a manifestarse por “la saturación frente al abuso, al trato diferenciado y de menosprecio hacia las mujeres, sea cual sea su forma de manifestación concreta”. Ese día, ciudadanas de distintos colores, edades y orígenes circularon por la Alameda, contagiando su efervescencia durkheimiana a otras tantas que se quedaron en casa o en el trabajo, muchas de las cuales cuidaban de otros o estaban siendo cuidadas.

A partir de una perspectiva de igualdad de derechos y justicia, Walker elabora un sólido argumento acerca de las políticas públicas que abordan la desigualdad propia de la relegación histórica de las mujeres al ámbito de lo privado, del cuidado y de la dependencia. A continuación, quisiera profundizar específicamente en la noción de cuidado como foco productivo para abordar los aportes del feminismo a las políticas públicas en cuanto objeto de política y contribución a nuevas conceptualizaciones del rol del estado. El cuidado se nos presenta como una herramienta concreta para superar la indiferencia ante aquello que, hasta ahora, no parecía ser lo suficientemente relevante, como indica la autora.

Desde hace ya varias décadas la llamada “ética del cuidado” se ha planteado, provocadoramente, como situada fuera del contrato social moderno y la ética de la virtud, en tanto reconoce a los seres humanos como interdependientes y da cuenta de aquellas relaciones desiguales y/o no elegidas, lejanas al voluntarioso sujeto público que sale al encuentro de iguales. De esta forma, y como ha indicado Virginia Held (2006), si bien la ética del cuidado es complementaria con la de la justicia, también ha de ser considerada conceptualmente por separado, atendiendo tanto a las situaciones de responsabilidad hacia otros como las de derechos individuales en su propio mérito. En otras palabras, es en el paso a pensar éticamente sobre los cuidados más allá de quién lo ejerza-reciba, donde radica su riqueza, superando la idea de una  “ética de lo femenino” o “ética de lo privado”, como han planteado algunas lecturas.

Por ejemplo, Selma Sevenhuijsen (2003) observó cómo en Holanda, desde los años 70s tanto los cuidados como las políticas se encontraban en un proceso de reubicación. Específicamente, el cuidado se habría ido desplazando poco a poco de lo femenino a lo masculino, en el marco de la paulatina superación de la dicotomía cuidadora/breadwinner que sostuvo, por décadas, el modelo del estado de bienestar. Un segundo desplazamiento se observaría con el paso del cuidado privado al público a través de diversas instituciones de cuidado de niños (que entran cada vez más jóvenes a las instituciones de cuidado) y de ancianos. Finalmente, el aumento en la expectativa de vida iría aparejado de una redefinición de la salud en donde, cada vez más, los cuidados cotidianos (y luego paliativos) estarían a la orden del día por sobre el “curar”. Cada uno de estos cambios llevaría aparejada una reubicación de políticas y actores políticos relevantes. Sevenhuijsen centra su análisis en cómo hacerse cargo políticamente de esta esfera de valores; del cuidado social que escapa a la ideología de la autosuficiencia, desplegando infraestructuras del cuidado. Y para ello, estudia y propone términos concretos para las metas de políticas como las relativas al trabajo, donde “cuidados” aparece cada vez con más fuerza.

Si bien es evidente la resonancia de los procesos descritos con lo que observamos hoy en América Latina (Arriagada, 2010), el continente sigue una trayectoria muy distinta. En la región, las reflexiones respecto al cuidado han sido menores y aplacadas, principalmente, ante las tensiones entre una perspectiva familista-maternalista que naturaliza el rol cuidador de las mujeres y otra que reivindica la emancipación de las mujeres, contemplando el cuidado como un trabajo y no como una virtud femenina para acceder a la vida política de un país (Flores, 2014; Molyneaux, 2001). En Chile, la reflexión pública respecto al cuidado es relativamente reciente, específicamente articulada en torno a la idea de una “crisis del cuidado” (Arriagada, 2010) debida, principalmente, al aumento de quienes requieren ser cuidados, junto a una reducción en la oferta de cuidadores potenciales que ha llevado a su externalización y agudización en sesgos de género, etnia, ubicación geográfica, edad y clase. Sin embargo, el cuidado parece un aspecto mas bien olvidado en la historia democrática reciente, mientras sus implicancias en la cotidianeidad de las personas siguen relegadas a la administración y gestión doméstica. Ante esta realidad, no se puede entender al Estado como un agente cuidador (Forstenzer, 2017) con excepción de eventos o situaciones consideradas fuera de la norma, como son la violencia doméstica o el maltrato infantil. Ante este escenario, resulta importante conocer cómo se despliegan las lógicas y prácticas de cuidado en hogares y barrios (Han 2012), incluidos los cuidados comunitarios entre cuidadoras (Gonzálvez 2018). Todas ellas tienen mucho que informar a las políticas públicas.

 

Referencias

Arriagada, I. (2010). La crisis de cuidado en Chile. Revista de Ciencias Sociales Uso del tiempo, cuidados y bienestar en Desafíos de Uruguay y la región, XXIII(27), 58-67.

Forstenzer N. (2017) Feminism and Gender Policies in Post-Dictatorship Chile (1990–2010). In: Donoso S., von Bülow M. (eds) Social Movements in Chile. Palgrave Macmillan, New York.

Flores Ángeles, R; Tena Guerrero, O. (2014).  Maternalismo y discursos feministas latinoamericanos sobre el trabajo de cuidados: un tejido en tensión Iconos. Revista de Ciencias Sociales, núm. 50, pp. 27-42.

Gonzálvez, H. (2018) Género, cuidados y vejez: Mujeres «en el medio» del trabajo remunerado y del trabajo de cuidado en Santiago de Chile. Revista Prisma Social, [S.l.], n. 21, p. 194-218

Han, C. (2012). Life in debt: Times of care and violence in neoliberal Chile. Univ of California Press.

Held, V. (2006). The ethics of care: Personal, political, and global. Oxford University Press on Demand.

Molyneux, Maxine (2001). “Género y ciudadanía en América Latina: cuestiones históricas y contemporáneas”. Revista Debate Feminista Año 12, Vol. 23: 3-66.

Sevenhuijsen, S. (2003). Citizenship and the ethics of care: Feminist considerations on justice, morality and politics. Routledge.