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Esta editorial pertenece al foro: El Desafío Constitucional

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Pocas veces en la historia el país ha enfrentado un desafío de la envergadura que supone el proceso de cambio constitucional actual. El acuerdo del 15 de noviembre del año pasado, firmado por una amplia y transversal mayoría parlamentaria como respuesta al “estallido social” de octubre de 2019 y a la crisis social y política que generó, inició un proceso constituyente que envuelve una serie de preguntas cuyas respuestas van a tener fuertes implicancias para las generaciones actuales y futuras de ciudadanos del país. Para contribuir a la deliberación pública sobre algunas de esas preguntas es que decidimos organizar este foro en Intersecciones.

La demanda por una nueva Constitución Política no es algo que recién haya aparecido en el imaginario colectivo. La verdad es que desde hace varios años algunos líderes políticos y expertos constitucionalistas venían reclamando la necesidad de contar con un nuevo texto constitucional. Las razones por las cuales políticos y expertos han propuesto un reemplazo constitucional son variadas. Algunos ponen el acento en la ilegimitidad de origen de la Constitución vigente. Otros, en los obstáculos institucionales que el texto constitucional establece para hacer reformas estructurales de política pública a través del proceso legislativo. Por otro lado, hay quienes ven como el principal problema de la Constitución Política su referencia a principios básicos del modelo económico-social establecido por la dictadura. Por su parte, quienes se oponen al reemplazo constitucional han argumentado que la Constitución no contiene ninguna limitación considerable que impida realizar reformas que avancen el desarrollo democrático del país y, en cambio, anticipan un riesgo importante al pretender alterar las normas fundamentales de convivencia.

El debate que se ha generado en torno al proceso constituyente involucra diferencias relevantes en torno al diagnóstico sobre la legitimidad y el contenido del texto constitucional vigente y la práctica institucional que ha desencadenado. ¿Pero cuál es el núcleo del problema constitucional chileno? ¿Cómo un nuevo texto Constitucional podría ayudar al país a resolver su crisis política y social? ¿Cuál es, entonces, el principal desafío que involucra redactar una nueva constitución?

Responder esas preguntas es uno de los grandes desafíos que enfrentará el proceso constituyente que se iniciará pronto. Para ello, es necesario generar un diálogo amplio y tolerante que permita confrontar los mejores argumentos en la esfera pública. En Intersecciones hemos querido colaborar en ese objetivo a través de un foro donde distintos expertos y expertas puedan debatir sobre el problema constitucional chileno desde sus variadas formaciones disciplinarias, tradiciones intelectuales y sensibilidades políticas.

Agradecemos al profesor Rodrigo Correa (U. Adolfo Ibañez) por haber contribuido con el ensayo principal de este foro y a Sebastián Soto (U. Católica de Chile), Claudia Heiss (U. de Chile), Jorge Contesse (U. de Rutgers), Sofía Correa (U. de Chile), Yanira Zuñiga (U. Austral de Chile), Valeria Palanza (U. Católica de Chile), Renato Cristi (U. Wilfrid Laurier) y José Manuel Díaz de Valdés (U. del Desarrollo) por los comentarios al ensayo principal.

Esperamos que este intercambio de ideas sea una contribución al debate informado y tolerante que es necesario generar en el país para enfrentar el proceso constituyente que se iniciará en algunos meses más.